El 25 de junio de 2025 se dio inicio oficial a las obras de construcción de la doble vía Santa Cruz–Warnes, un proyecto vial estratégico con una inversión de Bs 278 millones. Financiado por el Gobierno boliviano y la CAF, el proyecto busca modernizar una de las arterias más transitadas del oriente. Las obras incluyen pavimentación, drenaje, señalización y pasos peatonales, y se ejecutarán en un plazo de 540 días. Esta infraestructura es clave para dinamizar el transporte, la logística y el desarrollo económico regional.
Fecha:Friday 11 Jul de 2025
Gestor:INSTITUTO IDARC
El 25 de junio de 2025, el presidente de Bolivia, Luis Arce, inauguró formalmente el inicio de la construcción de la doble vía Santa Cruz–Warnes, una obra largamente esperada por los habitantes del eje productivo del oriente. La ceremonia contó con la presencia de autoridades locales, representantes de la CAF y dirigentes sociales, quienes destacaron el impacto positivo que tendrá esta infraestructura sobre el transporte y la productividad regional. Con una inversión de Bs 278 millones, el proyecto es financiado de forma conjunta por el gobierno central y la Corporación Andina de Fomento (CAF), organismo que ha respaldado varias obras clave en el país.
La obra contempla la transformación de la actual carretera en una doble vía moderna, con altos estándares de seguridad y funcionalidad. Este eje conecta dos de los municipios más dinámicos del país, por lo que su modernización es vista como estratégica para descongestionar el tráfico, reducir accidentes y mejorar el flujo logístico de mercancías, bienes y personas. La decisión de ejecutar la obra con fondos nacionales y cooperación internacional refleja el compromiso con el desarrollo integral del oriente boliviano, una región clave para el crecimiento económico del país.
El diseño de la doble vía Santa Cruz–Warnes incorpora múltiples componentes técnicos que garantizarán un tránsito fluido y seguro. Las obras incluyen la pavimentación de dos carriles adicionales, lo que duplicará la capacidad actual de la vía. Se emplearán materiales de alta resistencia, preparados para soportar el tráfico pesado que diariamente circula por esta ruta. Además, se instalarán sistemas de señalización horizontal y vertical, así como iluminación vial que aumentará la visibilidad nocturna y reducirá la siniestralidad.
Otro elemento fundamental es el sistema de drenaje, diseñado para resistir las lluvias tropicales frecuentes en la región. Se construirá una red de alcantarillas, canales laterales y cunetas revestidas que evitarán la acumulación de agua en la calzada y protegerán la durabilidad del pavimento. También se incluyen pasos peatonales elevados y zonas de cruce seguro, especialmente en puntos de alto flujo como escuelas, mercados y barrios residenciales. Estas intervenciones buscan mejorar la convivencia vial entre vehículos, ciclistas y peatones, en una zona con alta densidad urbana.
La carretera entre Santa Cruz y Warnes es una de las más transitadas de Bolivia, utilizada diariamente por miles de vehículos particulares, transporte público y camiones de carga. Su transformación en doble vía representa una inversión estratégica para la integración regional y la competitividad del oriente. Warnes es un nodo industrial en expansión, con parques empresariales, zonas francas y empresas manufactureras que dependen de una conectividad eficiente con la capital departamental. La nueva vía facilitará esa conexión y dinamizará aún más la actividad económica.
Además, Santa Cruz de la Sierra es el principal centro logístico del país, con conexiones hacia el norte, el occidente y los países vecinos. La doble vía permitirá reducir los tiempos de traslado, optimizar la cadena de suministros y reducir los costos operativos del transporte. En un contexto en que Bolivia busca fortalecer su infraestructura logística para impulsar las exportaciones y mejorar la circulación interna, esta obra representa una pieza esencial del engranaje nacional. También se espera un impacto positivo en el turismo interno y la movilidad urbana.
El plazo contractual de ejecución del proyecto es de 540 días calendario, aproximadamente un año y medio. Durante ese período, las empresas constructoras deberán coordinar los trabajos sin interrumpir totalmente el tránsito vehicular, ya que se trata de una vía vital para la región. El cronograma contempla fases de movimiento de tierras, colocación de capas de base y subbase, pavimentación con mezcla asfáltica en caliente, y finalmente la señalización y equipamiento vial. Cada etapa será fiscalizada por entidades técnicas del Ministerio de Obras Públicas.
Se ha previsto un plan de desvíos y señalización temporal para garantizar la seguridad durante la ejecución. Además, se han establecido metas mensuales y mecanismos de control de calidad para asegurar que la obra cumpla con los plazos y especificaciones. La empresa supervisora, contratada de forma independiente, tendrá la misión de verificar avances, aplicar penalidades en caso de incumplimientos y emitir reportes periódicos al Estado. El cumplimiento del cronograma será clave para minimizar los impactos negativos en la economía local durante la ejecución.
Uno de los beneficios inmediatos de la construcción de la doble vía será la generación de empleo directo e indirecto en los municipios involucrados. Se estima que al menos 500 personas serán contratadas de manera directa en las diferentes etapas de la obra, desde maquinaria pesada hasta acabados y señalización. A ello se suma la contratación de servicios auxiliares como transporte, alimentación, seguridad y provisión de materiales. Esta reactivación económica es clave en un contexto de recuperación tras años de desaceleración.
Asimismo, se ha priorizado la contratación de mano de obra local, tanto calificada como no calificada, para dinamizar la economía de los barrios y comunidades cercanas. En coordinación con los gobiernos municipales de Santa Cruz y Warnes, se están realizando ferias laborales y capacitaciones técnicas para preparar a los trabajadores. También se incentivará la participación de pequeñas y medianas empresas como proveedoras de servicios, materiales y equipos, promoviendo el encadenamiento productivo y el desarrollo territorial inclusivo.
El financiamiento parcial del proyecto por parte de la CAF (Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe) refuerza la dimensión estratégica de esta obra vial. La CAF ha sido un socio clave para Bolivia en el desarrollo de infraestructura, y su participación garantiza estándares técnicos, ambientales y sociales en la ejecución. Además del aporte financiero, la CAF provee asistencia técnica y monitoreo del cumplimiento de los objetivos del proyecto, en línea con los compromisos de sostenibilidad de la región.
La participación de la CAF también fortalece la transparencia y la gobernanza en el uso de los fondos, dado que los desembolsos están condicionados a informes de avance y cumplimiento de metas. La relación entre el Estado boliviano y la CAF permite a Bolivia acceder a financiamiento en condiciones competitivas, lo cual ha sido fundamental para llevar adelante este tipo de proyectos sin recurrir exclusivamente a recursos del Tesoro General del Estado. La colaboración multilateral seguirá siendo esencial para cerrar las brechas de infraestructura que aún persisten.
Una de las motivaciones centrales detrás de la construcción de la doble vía es la mejora de la seguridad vial. Actualmente, la carretera Santa Cruz–Warnes registra una alta tasa de accidentes, muchos de ellos causados por adelantamientos en calzadas angostas o por la interacción peligrosa entre vehículos pesados y motociclistas. Con la nueva infraestructura, se espera una drástica reducción de estos siniestros, gracias a carriles exclusivos, separadores viales, buena iluminación y señalización adecuada.
El diseño incorpora elementos de seguridad activa y pasiva, como barreras de contención, pasos peatonales elevados y zonas de desaceleración. Además, se implementará un sistema de monitoreo con cámaras en puntos estratégicos, que permitirán gestionar el tránsito y actuar con rapidez ante emergencias. Esta mejora en la seguridad vial no solo protegerá vidas humanas, sino que también reducirá costos económicos asociados a los accidentes, como daños materiales, atención médica y pérdidas laborales.
En un contexto de creciente preocupación por el impacto ambiental de las obras públicas, el proyecto de doble vía incluye una serie de medidas de mitigación ambiental que buscan reducir su huella ecológica. Entre ellas, se destacan la protección de cuerpos de agua cercanos, la reforestación compensatoria en áreas afectadas por el trazado y el manejo responsable de residuos de construcción. También se ha previsto la instalación de drenajes adecuados para evitar erosiones y escorrentías peligrosas.
Durante la fase de construcción, se aplicarán normas estrictas para controlar el polvo, el ruido y el uso de maquinaria pesada. Asimismo, se promoverá el uso eficiente del agua en las obras y la minimización del consumo energético. A través de auditorías ambientales periódicas, se evaluará el cumplimiento de estas disposiciones y se ajustarán los procesos en caso necesario. Estas prácticas buscan garantizar que el desarrollo vial no comprometa los ecosistemas locales ni el bienestar de las comunidades vecinas.
La noticia del inicio de la obra ha sido recibida con entusiasmo por la población de Santa Cruz y Warnes, quienes ven en la doble vía una solución esperada a problemas de tránsito y conectividad. Organizaciones vecinales, transportistas y empresarios locales han expresado su respaldo al proyecto, y han pedido que se garantice su ejecución dentro de los plazos establecidos. Asimismo, se espera que la obra traiga consigo una valorización del suelo y un impulso al desarrollo inmobiliario e industrial en los márgenes del corredor vial.
No obstante, también se han expresado demandas por parte de algunas comunidades en cuanto a medidas complementarias, como paradas de buses, pasarelas peatonales adicionales y sistemas de señalización semafórica. Estas solicitudes han sido canalizadas a través de mesas técnicas con autoridades municipales y el Ministerio de Obras Públicas, que se han comprometido a considerar ajustes durante la ejecución. La participación ciudadana será clave para asegurar que la infraestructura responda a las necesidades reales del territorio.
La construcción de la doble vía Santa Cruz–Warnes representa un paso firme hacia la modernización de la infraestructura vial del país. Más que una obra de pavimento, esta vía encarna una apuesta por la integración territorial, la eficiencia logística y la seguridad ciudadana. Con una inversión significativa, respaldo internacional y enfoque técnico de calidad, el proyecto tiene el potencial de transformar la dinámica del eje metropolitano más pujante de Bolivia.
Si se cumplen los plazos, los estándares técnicos y los compromisos sociales y ambientales, la doble vía será no solo un logro de ingeniería, sino un símbolo del desarrollo sostenible en el oriente boliviano. Su impacto irá más allá del tránsito diario: redefinirá el vínculo entre ciudad e industria, entre comunidad y Estado, entre presente y futuro. El desafío ahora es ejecutarla con transparencia, eficiencia y visión de largo plazo.