La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) presentó un plan con 25 medidas clave para reducir el déficit habitacional que afecta a más de 650 000 familias en Chile, apostando por una política de vivienda más ágil, equitativa y sostenible. La propuesta busca simplificar los trámites, promover la inversión público-privada y reactivar el empleo en el sector. También plantea el uso de materiales sustentables, el fomento a la construcción modular y el fortalecimiento del financiamiento habitacional. De aplicarse, el plan permitiría construir hasta 500 000 viviendas adicionales al 2030, generando miles de empleos y contribuyendo al crecimiento económico. La CChC subraya que la crisis habitacional es un desafío nacional que requiere coordinación entre Estado, empresas y sociedad civil para garantizar el acceso a una vivienda digna para
Fecha:Tuesday 21 Oct de 2025
Gestor:INSTITUTO IDARC
La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) presentó un ambicioso plan compuesto por 25 acciones concretas destinadas a reducir el déficit habitacional que afecta a más de 650 000 familias en todo Chile. La propuesta, dada a conocer en Santiago durante el Encuentro Nacional de la Construcción 2025, busca reactivar el sector, acelerar la ejecución de proyectos y facilitar el acceso a viviendas dignas y asequibles.
El gremio, que agrupa a más de 2 000 empresas del sector, advirtió que la crisis habitacional no solo se explica por la falta de subsidios, sino también por procesos administrativos lentos, altos costos de materiales y barreras regulatorias que retrasan la edificación y encarecen los proyectos.
“Chile necesita una política de vivienda que sea integral, ágil y sostenible. No basta con construir más; hay que construir mejor, más rápido y con equidad territorial”, afirmó Juan Armando Vicuña, presidente nacional de la CChC.
Según cifras del gremio, el déficit habitacional supera las 650 000 unidades, de las cuales un 70 % corresponde a familias vulnerables o de ingresos medios que no pueden acceder a créditos hipotecarios.
Además, el costo promedio de construcción por metro cuadrado ha aumentado más de un 30 % en los últimos tres años, presionando los márgenes de las empresas y elevando el precio final de las viviendas.
La situación se agrava por la burocracia en permisos municipales, que puede demorar entre 18 y 24 meses, afectando la planificación y la entrega oportuna de soluciones habitacionales.
La Cámara estructuró sus propuestas en cinco ejes estratégicos, que apuntan a simplificar, financiar y descentralizar la política de vivienda.
El plan de la CChC enfatiza la necesidad de que el Estado, las empresas privadas y los municipios trabajen en conjunto.
El gremio propone la creación de una Mesa Nacional de Vivienda y Urbanismo con representantes de todos los sectores, para monitorear el avance de las medidas y asegurar que los recursos lleguen de manera oportuna.
“El déficit habitacional es un problema de país, no solo del Ministerio de Vivienda. Requiere la colaboración de todos los actores públicos y privados”, destacó Marisol Cortés, vicepresidenta de Vivienda de la CChC.
El gremio también pidió revisar las restricciones urbanísticas que dificultan la construcción en ciertas comunas, lo que —según sus estudios— ha generado una segmentación territorial que impide que las familias accedan a viviendas cerca de sus lugares de trabajo o estudio.
De implementarse las 25 acciones, la CChC estima que Chile podría construir hasta 500 000 viviendas adicionales para 2030, reduciendo en más del 70 % el déficit actual.
El impacto no sería solo social, sino también económico: el plan podría generar más de 400 000 empleos directos e indirectos, dinamizando el sector y aportando cerca de 2 puntos porcentuales al PIB nacional.
Además, la inclusión de componentes de eficiencia energética permitiría reducir en un 25 % las emisiones de CO₂ asociadas a la construcción, alineando al país con sus compromisos climáticos internacionales.
Si bien la propuesta ha sido bien recibida por diversos sectores, algunas organizaciones sociales han señalado que el enfoque sigue centrado en la oferta y no aborda con suficiente profundidad la especulación del suelo o la participación comunitaria en el diseño urbano.
El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), por su parte, reconoció la importancia de las medidas, pero advirtió que su implementación debe alinearse con las políticas públicas en curso, como el Plan de Emergencia Habitacional 2022-2026.
Aun así, el consenso general es que Chile necesita una respuesta inmediata para evitar que el déficit siga creciendo y afecte la cohesión social y la calidad de vida en las ciudades.
La presentación de las 25 acciones por parte de la CChC representa un llamado urgente a la acción.
Chile enfrenta uno de los mayores desafíos urbanos de su historia: garantizar vivienda digna, accesible y sostenible para todos sus ciudadanos.
El éxito del plan dependerá de la capacidad de coordinar esfuerzos entre Estado, empresas y sociedad civil, agilizar los procesos administrativos y aprovechar el potencial de innovación y sostenibilidad que ofrece la industria de la construcción.
Si las medidas se implementan con rapidez y compromiso, Chile podría dar un paso decisivo hacia una nueva política habitacional, capaz de cerrar la brecha que por años ha dejado a miles de familias sin un techo propio.