La firma española Sacyr ha sido seleccionada para construir y operar el tramo vial Ruta Pie de Monte, ubicado en la región del Biobío (Chile). El proyecto, con un presupuesto estimado de 330 millones de euros, contempla una vía de 20 kilómetros de doble calzada, múltiples enlaces y un sistema moderno de peaje libre de barreras (“free-flow”). Las obras están previstas para iniciarse hacia finales de la presente década y tendrán una duración de entre tres y cuatro años.
Fecha:Thursday 30 Oct de 2025
Gestor:INSTITUTO IDARC
La autopista abarcará las comunas de San Pedro de la Paz y Coronel, ofreciendo una alternativa al actual tramo de la Ruta 160. El diseño incluye:
El plazo de concesión se extiende por 45 años, sumándose al portfolio de Sacyr en Chile, que ya abarca once autopistas, cuatro aeropuertos y dos hospitales. EL ESPAÑOL+1
La nueva vía tiene un doble objetivo: reducir significativamente los tiempos de viaje y potenciar la logística de carga que cruza la región del Biobío. Al descongestionar la ruta existente, se espera que la zona se vuelva más competitiva para el transporte de mercancías y el desarrollo industrial.
Para el Biobío, un corredor vial moderno como este puede atraer inversiones, mejorar la conectividad transversal y fortalecer la integración con la cadena portuaria del país.
Para Sacyr, esta adjudicación representa una reafirmación de su estrategia en Latinoamérica, pese a haber considerado reducir su exposición en la región. La firma ha sido conservadora al mantener sus activos en Chile y revigorizar su presencia en concesiones.
No obstante, el proyecto enfrenta retos importantes: garantizar los estudios de diseño previos, controlar los plazos de construcción y operar bajo la modalidad de peaje libre de barreras, que demanda alta fiabilidad tecnológica y gestión de tráfico.
La adjudicación de la Ruta Pie de Monte a Sacyr representa una combinación estratégica de inversión, infraestructura y concesión a largo plazo.
Por un lado, Chile refuerza su compromiso con la modernización vial y el crecimiento logístico-industrial. Por otro, Sacyr consolida su huella en el país andino, apostando por una obra que promete dinamizar la región del Biobío.
El éxito del proyecto dependerá ahora de su ejecución, de la articulación con los antecedentes técnicos y de la capacidad de la empresa para anticipar los desafíos que trae una autopista moderna en el siglo XXI.