Chile impulsa su liderazgo geopolítico con grandes obras de energía limpia

La construcción energética chilena en el centro del escenario global

Durante diciembre de 2025, Chile volvió a ocupar un lugar destacado en la agenda internacional gracias al avance sostenido de su infraestructura energética estratégica, consolidándose como uno de los países más activos de América Latina en la construcción vinculada a la transición energética. En un contexto global marcado por la urgencia climática, la reconfiguración de los mercados energéticos y la competencia por el liderazgo verde, el país avanzó en proyectos clave que lo posicionan como actor relevante en la seguridad energética regional y global. La construcción dejó de ser un componente meramente técnico para convertirse en un factor geopolítico, estrechamente ligado al futuro de la energía limpia.

Almacenamiento energético (BESS): una pieza clave del sistema eléctrico

Uno de los principales focos de atención fue el desarrollo de proyectos de almacenamiento energético mediante baterías (BESS), considerados fundamentales para garantizar la estabilidad de un sistema eléctrico cada vez más dependiente de fuentes renovables variables como la solar y la eólica.

Chile avanzó en la construcción de:

• Sistemas de baterías a gran escala.

• Infraestructura de respaldo para horas de alta demanda.

• Soluciones para mitigar la intermitencia renovable.

Estas obras posicionan al país como referente regional en almacenamiento energético, una tecnología estratégica en la transición hacia matrices energéticas más limpias y resilientes.

Transmisión eléctrica: el eslabón crítico de las renovables

Junto al almacenamiento, Chile aceleró la construcción de obras de transmisión eléctrica, necesarias para integrar nuevos proyectos renovables ubicados en zonas de alto potencial, como el norte solar y el sur eólico.

La expansión y modernización de las redes de transmisión permitió:

• Reducir cuellos de botella en el sistema eléctrico.

• Mejorar la confiabilidad del suministro.

• Facilitar la conexión de nuevos proyectos de energía limpia.

Estas obras son clave para convertir la capacidad instalada en energía efectivamente disponible, fortaleciendo la seguridad energética nacional.

Transición energética y geopolítica verde

El avance constructivo en energía limpia se dio en un contexto global de competencia por liderazgo verde, donde los países buscan asegurar su posicionamiento estratégico en las nuevas cadenas de valor energéticas. En este escenario, Chile destacó por alinear su política de infraestructura con:

• Objetivos de descarbonización.

• Compromisos climáticos internacionales.

• Atracción de inversión extranjera en energías limpias.

La construcción energética chilena fue interpretada como una señal política y económica, que refuerza la imagen del país como socio confiable en la transición energética global.

Infraestructura energética como activo estratégico

La infraestructura energética dejó de ser vista únicamente como soporte del crecimiento interno para convertirse en un activo estratégico con implicancias geopolíticas. La capacidad de Chile para almacenar, transmitir y gestionar energía limpia influye en:

• La estabilidad de los mercados energéticos regionales.

• La competitividad de industrias intensivas en energía.

• El atractivo del país como plataforma de inversiones verdes.

En un mundo donde la energía limpia se vuelve un recurso estratégico, la construcción de esta infraestructura adquiere un valor que trasciende las fronteras nacionales.

Impacto económico y desarrollo tecnológico

El impulso a la construcción energética generó además un impacto económico significativo, dinamizando sectores como ingeniería, obras civiles, manufactura eléctrica y servicios tecnológicos. Estos proyectos contribuyeron a:

• Generación de empleo especializado.

• Transferencia de tecnología.

• Desarrollo de capacidades técnicas locales.

La obra energética se consolidó como un motor de crecimiento con alto valor agregado, alineado con la economía del futuro.

Chile y la seguridad energética del futuro

El avance de Chile en infraestructura energética durante diciembre de 2025 confirma que el país no solo apuesta por producir energía limpia, sino por construir los sistemas que la hacen viable, segura y confiable. En un escenario global incierto, marcado por tensiones geopolíticas y transición climática, estas decisiones colocan a Chile en una posición estratégica dentro del mapa energético internacional.

📌 En este contexto, la construcción energética chilena se vinculó directamente a la seguridad energética global, consolidando al país como uno de los protagonistas de la transición verde en América Latina y un referente emergente en la geopolítica de la energía limpia.