La construcción en Uruguay atraviesa una etapa crítica marcada por la caída de productividad y el aumento sostenido de costos, lo que pone en riesgo el crecimiento proyectado para 2025. Empresarios del sector advierten que factores como el tipo de cambio, los conflictos laborales y la burocracia están frenando el desarrollo de nuevas obras. El impacto se refleja en menor inversión, reducción de empleo y obras paralizadas. La Cámara de la Construcción urge reformas estructurales que incluyan incentivos fiscales y digitalización de procesos. Sin medidas concretas, el sector podría enfrentar una desaceleración prolongada. Uruguay necesita actuar con decisión para proteger uno de sus pilares económicos.
Fecha:Thursday 18 Sep de 2025
Gestor:INSTITUTO IDARC
La Cámara de la Construcción del Uruguay (CCU) ha encendido las alarmas sobre el estado actual del sector, advirtiendo una preocupante baja en la productividad que, junto al aumento sostenido de costos y la conflictividad laboral, pone en riesgo el crecimiento proyectado para el cierre de 2025. Empresarios del rubro coinciden en que se requieren reformas urgentes para evitar una desaceleración prolongada.
Según el último informe de la CCU, la productividad en obras ha disminuido notablemente en los últimos meses. Las causas principales incluyen:
Aumento de costos operativos, especialmente en materiales importados como hierro, cerámica y acabados.
Tipo de cambio desfavorable, que encarece insumos y reduce márgenes de rentabilidad.
Conflictos laborales recurrentes, que interrumpen cronogramas y elevan los costos indirectos.
Demoras en aprobaciones y trámites administrativos, que ralentizan el inicio de nuevos proyectos.
Este escenario ha generado preocupación entre desarrolladores inmobiliarios, ingenieros y contratistas, quienes advierten que la falta de medidas correctivas podría frenar la inversión privada y pública en infraestructura.
El Monitor de Sectores Productivos elaborado por Opción Consultores reveló que el 57 % de los empresarios del sector prevé una retracción de la actividad en los próximos 12 meses. Además, el 86 % estima que la inversión caerá, mientras que el 57 % anticipa una reducción en la demanda de personal.
Estas cifras reflejan un panorama sombrío para uno de los sectores que históricamente ha sido motor de empleo formal y dinamismo económico en Uruguay. La caída en la productividad no solo afecta la ejecución de obras, sino también la estabilidad laboral de miles de trabajadores.
Ante este contexto, empresarios del sector han planteado la necesidad de implementar reformas estructurales que incluyan:
Incentivos fiscales para proyectos de vivienda y urbanización.
Revisión de normativas laborales para mejorar la eficiencia sin comprometer derechos.
Digitalización de procesos administrativos para agilizar licitaciones y aprobaciones.
Promoción de la construcción sostenible y tecnificada, como vía para mejorar competitividad.
Además, se destaca la importancia de fortalecer el diálogo entre el gobierno y el sector privado, especialmente en el marco de programas como Vivienda Promovida y Entre Todos, que han demostrado ser herramientas efectivas para dinamizar el mercado