"Ecuador cambia su forma de construir: más viviendas compactas en Guayaquil y edificios en Quito"

La construcción en Ecuador atraviesa una transformación marcada por nuevas formas de habitar sus ciudades principales. Guayaquil lidera con un crecimiento notable en casas pequeñas, dirigidas a familias jóvenes y sectores populares, gracias a su bajo costo y acceso a créditos. En Quito, el auge de los edificios multifamiliares refleja la presión por el suelo y un impulso hacia la densificación urbana. Ambas tendencias responden a una demanda más práctica, eficiente y sostenible. El sector movilizó más de USD 3.600 millones en 2024, generando empleo y dinamismo económico. El reto ahora es sostener este crecimiento con planificación integral, inclusión y resiliencia.

El sector de la construcción en Ecuador muestra señales claras de transformación, con una reconfiguración en la demanda y la oferta que se expresa geográficamente en dos de sus principales ciudades: Guayaquil y Quito. Según datos de la Cámara de la Construcción y análisis del Banco Central, durante 2024 y el primer semestre de 2025 se consolidaron dos tendencias: el auge de las viviendas pequeñas y compactas en Guayaquil y el incremento de edificios multifamiliares y verticales en Quito.

Este fenómeno no solo refleja cambios en el comportamiento del consumidor, sino también en los modelos de inversión inmobiliaria, planificación urbana y acceso a financiamiento.

Guayaquil apuesta por lo funcional y accesible

En Guayaquil, la construcción de casas pequeñas, de entre 40 y 65 metros cuadrados, ha crecido un 35 % en comparación con el promedio de los últimos cinco años. Estos proyectos, muchos de ellos ubicados en sectores periféricos como La Aurora, Pascuales, Monte Sinaí y Vía Daule, apuntan a familias jóvenes, trabajadores informales y personas que buscan su primera vivienda.

Las razones detrás de este crecimiento incluyen:

• Menores costos de construcción y mantenimiento.
• Mayor acceso a créditos hipotecarios a través del Biess y la banca privada.
• Facilidad para aplicar a subsidios del gobierno como el Bono de Vivienda Social.
• Preferencia por espacios propios en zonas con expansión comercial y vial.

Empresarios del sector indican que estas viviendas son especialmente atractivas para quienes trabajan en zonas industriales o comerciales y buscan reducir tiempos de traslado.

Quito crece hacia arriba: más edificios, menos lotes

En contraste, Quito experimenta un auge en la construcción vertical, con un aumento del 27 % en permisos para edificaciones de más de 4 pisos en 2024. La presión por la escasez de suelo urbanizable, junto con políticas municipales que incentivan la densificación urbana, ha impulsado a promotores a concentrarse en proyectos multifamiliares y de uso mixto.

Barrios como La Carolina, La Mariscal, El Batán y El Inca concentran buena parte de esta actividad, mientras que Quitumbe, Calderón y Carcelén también muestran crecimiento en proyectos de media altura.

Además, se observa una tendencia hacia:

• Departamentos más pequeños y eficientes (desde 45 m²).
• Edificios con amenidades compartidas como coworking, gimnasios o terrazas.
• Mayor incorporación de criterios de sostenibilidad y eficiencia energética.

Este nuevo enfoque no solo responde al crecimiento demográfico, sino también a la necesidad de mejorar la movilidad urbana y reducir la expansión descontrolada hacia las laderas y quebradas del Distrito Metropolitano.

Implicaciones económicas y sociales

Durante 2024, el sector constructor movió más de USD 3.600 millones, representando uno de los motores clave en la generación de empleo formal, con cerca de 415.000 trabajadores directos e indirectos vinculados a actividades de obra, diseño, supervisión y comercialización.

El nuevo patrón de desarrollo urbano plantea importantes retos para el ordenamiento territorial, la sostenibilidad y el acceso equitativo a servicios públicos. Organismos como el Colegio de Arquitectos del Ecuador advierten que si bien es positivo el dinamismo del sector, es fundamental que los proyectos cuenten con planificación integral que evite el colapso de infraestructura básica.

Perspectivas y oportunidades

Con el avance de iniciativas de Asociaciones Público-Privadas (APP) y una creciente cartera de proyectos habitacionales, el sector se prepara para consolidar este ciclo de crecimiento moderado pero estable. Además, la digitalización en los trámites de aprobación, nuevas normativas para viviendas sostenibles y la demanda de migrantes retornados están ampliando el espectro de compradores e inversores.

El Gobierno, por su parte, prevé lanzar en el segundo semestre de 2025 un nuevo Plan Nacional de Vivienda Urbana Digna, con metas de construcción de 90.000 unidades a 2027 y mecanismos de financiamiento mixto.

Conclusión

El rostro de la construcción en Ecuador está cambiando: más compacto, más vertical y más estratégico. Mientras Guayaquil responde a la necesidad de viviendas económicas y funcionales para familias emergentes, Quito redefine su skyline con edificios multifamiliares adaptados a nuevas formas de vivir. La clave estará en que este crecimiento sea planificado, inclusivo y resiliente para enfrentar los desafíos urbanos del futuro.