Brasil impulsa su economía con un crecimiento del 3,1 % en el sector de la construcción civil durante octubre

El crecimiento sostenido de la construcción civil en Brasil se apoya en la expansión de la vivienda social, la inversión en infraestructura y el auge de las energías renovables. Grandes obras viales, portuarias y urbanas impulsan la demanda interna, mientras el crédito hipotecario y la estabilidad económica fortalecen la inversión pública y privada. Las regiones Sudeste y Nordeste lideran con proyectos habitacionales, energéticos y logísticos que generan empleo y dinamizan la economía. En octubre se crearon más de 45.000 puestos de trabajo, consolidando al sector como motor del PIB nacional. Pese al avance, persisten desafíos en costos, licencias y capacitación técnica. Aun así, el país avanza hacia una etapa de crecimiento sostenido basado en innovación y construcción sostenible.

Crecimiento sostenido impulsado por vivienda e infraestructura

El aumento se explica principalmente por la expansión de proyectos residenciales de interés social, el dinamismo del segmento de energías renovables y el avance de grandes obras viales y portuarias en el marco del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC 3).
Según el IBGE, el volumen de inversión pública y privada en construcción creció de forma equilibrada, impulsado por la demanda interna, la estabilidad inflacionaria y una mayor disponibilidad de crédito hipotecario.

El presidente de la Cámara Brasileña de la Industria de la Construcción (CBIC), José Carlos Martins, afirmó que “el sector vive su mejor momento de los últimos cuatro años gracias a la combinación de políticas habitacionales, reactivación de obras públicas paralizadas y un entorno macroeconómico más predecible”.

Regiones y segmentos más dinámicos

El crecimiento no fue homogéneo, pero sí generalizado. Las regiones Sudeste y Nordeste concentraron la mayor actividad, con incrementos de 3,8 % y 3,5 % respectivamente.

• São Paulo, epicentro de la construcción nacional, lideró con proyectos de vivienda vertical y expansión de parques industriales.
• En el Nordeste, estados como Pernambuco y Ceará mostraron un auge en obras de infraestructura urbana y energética, en particular proyectos de energía solar y eólica.
• El Centro-Oeste también se destacó por la construcción de nuevos centros logísticos vinculados al agronegocio y la exportación.

En el sector privado, el crecimiento estuvo asociado al aumento de la demanda por edificaciones sostenibles y proyectos con certificaciones ambientales, una tendencia que ya representa más del 12 % del total de obras nuevas en Brasil.

Empleo y contribución al PIB

La expansión del sector tuvo un fuerte impacto en el empleo formal: se estima que se crearon más de 45.000 nuevos puestos de trabajo en octubre, especialmente en albañilería, ingeniería civil y servicios de instalación eléctrica.
De acuerdo con proyecciones de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), el sector de la construcción podría aportar hasta 0,6 puntos porcentuales al crecimiento del PIB nacional en el cuarto trimestre de 2025, consolidándose como una de las actividades con mayor efecto multiplicador en la economía brasileña.

Perspectivas y desafíos

A pesar del optimismo, el sector enfrenta desafíos estructurales. Entre ellos, los altos costos de materiales como el cemento y el acero, la escasez de mano de obra calificada en regiones del interior y la necesidad de agilizar licencias ambientales para proyectos de gran envergadura.
El gobierno federal anunció la creación de un Comité Nacional de Productividad en la Construcción, que reunirá a representantes públicos y privados para diseñar políticas de innovación tecnológica, digitalización de obras y eficiencia en procesos constructivos.

Asimismo, el Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social (BNDES) amplió las líneas de crédito para pequeñas y medianas constructoras, con el objetivo de promover la formalización laboral y la modernización de equipos.

Conclusión

El crecimiento del 3,1 % en octubre confirma que la construcción civil vuelve a ocupar un papel central en la reactivación económica de Brasil. Su impacto en el empleo, la inversión y el desarrollo urbano muestra que el país avanza hacia una etapa de mayor dinamismo estructural, impulsada por proyectos sostenibles y políticas públicas de largo plazo.
Si las condiciones macroeconómicas se mantienen estables y continúan las inversiones en infraestructura, la construcción podría convertirse en uno de los pilares del crecimiento brasileño durante 2026, contribuyendo no solo al desarrollo físico del país, sino también a la mejora de la calidad de vida de millones de brasileños.