En abril de 2025 se inaugura el servicio de trenes de cercanías entre Llanquihue y Puerto Montt, recuperando casi 40 km de vía histórica. El proyecto “Trenes para Chile” utiliza formaciones híbridas diésel‑eléctricas y estaciones restauradas con acceso universal. Con un enfoque sostenible, incorpora paneles solares, pasos de fauna y mitigación de humedales. Este nuevo corredor mejora la conectividad regional, impulsa el turismo y reduce la congestión vial
Fecha:Monday 21 Apr de 2025
Gestor:INSTITUTO IDARC
El 22 de abril de 2025 será una fecha histórica para la región de Los Lagos: la reactivación del servicio de trenes de cercanías entre Llanquihue y Puerto Montt, enmarcado dentro del programa nacional “Trenes para Chile”. Después de décadas de abandono de la vía férrea que conecta el lago homónimo con la capital regional, este proyecto rescata tramos de infraestructura centenaria para ofrecer un transporte público eficiente, sostenible y con un fuerte componente de rescate patrimonial.
La línea férrea Llanquihue–Puerto Montt fue inaugurada a finales del siglo XIX, como parte de la estrategia imperial chilena para conectar los puertos del sur con los núcleos de población y producción agrícola. Durante gran parte del siglo XX, el tren alimentó el traslado de pasajeros, madera, lácteos y productos agrícolas hacia el puerto. Sin embargo, el avance de la carretera panamericana y la falta de mantenimiento progresivo llevaron al cierre gradual del servicio en la década de 1990.
El nuevo proyecto “Trenes para Chile” recupera casi 40 kilómetros de vía: se han rehabilitado carriles, durmientes y frenos, se han reconstruido estaciones históricas en Maullín y Frutillar, y se han instalado sistemas modernos de señalización y comunicaciones. Todo ello manteniendo –en la medida de lo posible– la estética original de las estaciones, con plataformas de madera, techos a dos aguas y marquesinas de hierro forjado.
El servicio operará con trenes híbridos diésel-eléctricos, capaces de alcanzar velocidades de hasta 100 km/h en tramos rectos, pero circularán a un promedio de 60 km/h para garantizar la seguridad en curvas y pasos urbanos. Cada formación estará compuesta por dos coches de pasajeros, con capacidad para 120 personas sentadas y espacio adicional para bicicletas y equipaje.
Las estaciones contarán con andenes accesibles, rampas para personas con movilidad reducida, pantallas informativas en tiempo real, puntos de recarga para vehículos eléctricos y zonas de espera climatizadas. El sistema de ticketing será electrónico: los usuarios adquirirán billetes mediante una aplicación móvil o máquinas de autoservicio, con tarifas diferenciales para estudiantes, adultos mayores y pasajeros de bajos ingresos.
El servicio funcionará de lunes a domingo, con un tren cada hora en horario punta (6:00–9:00 y 17:00–20:00) y cada dos horas en horario valle. El trayecto completo cubrirá los 38 km en aproximadamente 45 minutos, frente a las casi dos horas que demanda el viaje por carretera en hora pico.
La tarifa general se ha fijado en 2.500 pesos chilenos por trayecto, con descuentos del 50 % para tarifas sociales y de estudiante. Además, se ofrecerán abonos mensuales de 70.000 pesos, que permitan viajes ilimitados entre ambas ciudades y paradas intermedias.
La nueva línea ferroviaria aliviará la congestión en la Ruta 5 Sur, una de las arterias más transitadas del país, reduciendo el flujo de autos particulares y buses interurbanos. Se calcula que, en su primer año, el tren transportará a más de 1,2 millones de pasajeros, disminuyendo emisiones de CO₂ en casi 4.000 toneladas anuales gracias al uso combinado de energía eléctrica y diésel de bajo azufre.
Asimismo, al conectar polos turísticos como Frutillar –con su famoso Teatro del Lago– y Maullín –con sus tradiciones pesqueras–, el tren favorecerá un flujo de visitantes que dinamizará la economía local fuera de la temporada veraniega, prolongando la actividad hotelera y gastronómica alargando la estacionalidad turística.
Más allá del transporte de personas, la reapertura de la vía férrea reactiva cadenas productivas: pequeñas y medianas empresas agrícolas podrán enviar mercadería con costos de flete un 30 % inferiores a los de camión, mientras que los emprendimientos de la industria del turismo rural y gastronómico incorporan paquetes que combinan viaje en tren y experiencia en fincas, bodegas y rutas de senderismo.
El empleo local recibe un impulso significativo: durante la fase de rehabilitación de la vía y las estaciones se crearon 450 puestos de trabajo directos, y en la operación estable se generarán alrededor de 200 empleos permanentes en mantenimiento, conducción, atención al pasajero y gestión administrativa. Además, se prevé la formación técnica de maquinistas y técnicos ferroviarios en colaboración con institutos profesionales de la región.
El programa incorpora medidas de mitigación de impacto en humedales y áreas protegidas cercanas al lago Llanquihue. Se han concretado pasos de fauna para proteger especies como el pudú y la ranita de Darwin, además de plantar más de 5.000 árboles nativos a lo largo del trazado.
El uso de trenes híbridos reduce el consumo de combustible en comparación con locomotoras diésel convencionales, complementándose con paneles solares en estaciones para alimentar iluminación LED y sistemas de señalización. Con ello, el proyecto apunta a un balance de carbono neutro en su operación para 2030.
Cada estación intervenida mantiene elementos arquitectónicos originales: la estación de Frutillar conserva su reloj histórico y la marquesina restaurada, mientras que la de Maullín exhibe paneles informativos sobre la llegada del ferrocarril en 1892 y su rol en el desarrollo local. Se ofrecen recorridos guiados que combinan historia, música local y gastronomía, integrando la experiencia de viaje con el rescate cultural.
El tren de cercanías se integra con servicios de autobús urbano y rural en cada cabecera, con correspondencias en Puerto Montt hacia la línea del Metrotren o el aeropuerto El Tepual. A mediano plazo, se evalúa la conexión con Alerce y Los Muermos, ampliando el alcance del servicio y creando un anillo ferroviario que cubra la conurbación de Puerto Montt.
En cabeceras y estaciones intermedias se han instalado bicicleteros seguros y puntos de “bike sharing” para fomentar la intermodalidad. Las aplicaciones móviles ofrecerán información en tiempo real, reserva de asiento y notificaciones de posibles demoras. Además, habrá personal de atención bilingüe (español-inglés) para asistir turistas.
Mantener la vía en óptimas condiciones ante las lluvias intensas de la zona implica un plan de mantenimiento preventivo continuo. Se ha establecido un fondo de contingencia para intervenciones rápidas en deslizamientos y roturas de durmientes. Asimismo, se proyecta la electrificación total del tramo para 2035, de la mano de un plan de inversión público–privado.
El reinicio del servicio de trenes de cercanías entre Llanquihue y Puerto Montt representa un hito en la movilidad regional del sur de Chile. Al aprovechar infraestructura histórica, incorporar tecnología moderna y priorizar sostenibilidad, este proyecto no solo mejora la calidad de vida de sus usuarios, sino que impulsa la economía local, rescata el patrimonio cultural y abre las puertas a futuras expansiones ferroviarias. El 22 de abril de 2025 marcará el inicio de una nueva era para el transporte público en la región de Los Lagos, donde el tren vuelve a ser protagonista de su desarrollo.