Braskem, la principal empresa petroquímica de Brasil, ha anunciado una inversión histórica de US$ 850 millones para expandir su capacidad de producción de polietileno en 230.000 toneladas anuales en su complejo de Duque de Caxias, Río de Janeiro. Este proyecto, el mayor del sector en los últimos 15 años, busca modernizar la infraestructura industrial, incorporar tecnologías más eficientes y posicionar a Brasil como un referente en innovación petroquímica. Con esta iniciativa, la compañía fortalece su liderazgo en América Latina y promueve el desarrollo económico, la generación de empleo y el avance hacia procesos productivos más sostenibles.
Fecha:Friday 06 Jun de 2025
Gestor:INSTITUTO IDARC
La confirmación de la inversión de US$ 850 millones por parte de Braskem marca un punto de inflexión para el sector petroquímico brasileño. Esta ampliación, que aumentará en 230.000 toneladas anuales la capacidad de producción de polietileno en su complejo industrial de Duque de Caxias, se convierte en la mayor realizada en los últimos 15 años en el país. La decisión, fruto de una planificación estratégica de largo plazo, busca responder al crecimiento de la demanda interna y externa por plásticos de alta calidad y bajo impacto ambiental.
El proyecto fue presentado como un hito no solo para la compañía, sino también para el complejo petroquímico de Río de Janeiro, que se posiciona como uno de los centros industriales más importantes del continente. Esta expansión implica la construcción de nuevas unidades productivas, modernización de plantas existentes y la incorporación de tecnologías de última generación para maximizar la eficiencia de los procesos y reducir las emisiones. Además, la obra es parte del compromiso de Braskem con la industrialización sostenible de Brasil.
La inversión responde también a una tendencia global de recuperación de la industria pesada y manufacturera tras los efectos de la pandemia. Braskem, con presencia en múltiples países y una fuerte posición regional, refuerza con este anuncio su intención de seguir liderando el mercado petroquímico de América Latina, al tiempo que genera un impacto económico local directo con la creación de empleos y la dinamización de la cadena de valor industrial.
La elección del complejo industrial de Duque de Caxias como sede de esta inversión estratégica no es casual. Este polo petroquímico, uno de los más antiguos y relevantes de Brasil, ha sido tradicionalmente un motor de desarrollo para el estado de Río de Janeiro. Con esta nueva fase de expansión, se espera revitalizar su infraestructura y transformarlo en un hub tecnológico con capacidades competitivas a nivel global.
Braskem ha señalado que el proyecto implicará la integración de nuevas unidades de craqueo y extrusión, además de la implementación de sistemas digitales para el control y monitoreo de la producción en tiempo real. Estas mejoras permitirán incrementar la productividad, reducir el desperdicio de materia prima y adaptar la oferta a las necesidades cambiantes del mercado. Asimismo, la compañía reafirma su compromiso con la seguridad industrial y ambiental mediante estrictos protocolos operativos.
La intervención también contempla el fortalecimiento de la red logística que conecta Duque de Caxias con puertos, centros de distribución y clientes industriales. Se mejorarán accesos carreteros y ferroviarios, y se desarrollarán soluciones integradas para el transporte eficiente del producto final. Con esta infraestructura, el complejo estará mejor preparado para atender tanto al mercado brasileño como a los países vecinos, consolidando su rol como plataforma de exportación.
El polietileno es uno de los polímeros más utilizados en el mundo, con aplicaciones en sectores tan diversos como el embalaje, la construcción, la automoción, la agricultura y la salud. La expansión de la capacidad de Braskem permitirá satisfacer una demanda creciente de este material, cuya versatilidad y resistencia lo convierten en un insumo esencial para la economía moderna. La compañía planea producir diferentes grados de polietileno para usos técnicos y comerciales avanzados.
Una parte importante de esta producción estará destinada al desarrollo de soluciones sostenibles, como los plásticos reciclables y biodegradables. Braskem, pionera en la producción de polietileno verde a partir de caña de azúcar, continúa apostando por materiales que reduzcan la huella de carbono. Este enfoque responde a las exigencias de los consumidores y reguladores que promueven una transición hacia la economía circular.
La producción adicional también permitirá a Braskem atender nuevos mercados y nichos en expansión, como el de materiales para energías renovables, tecnología médica y embalajes inteligentes. La flexibilidad en la producción, combinada con capacidad tecnológica, posicionará a la empresa como proveedora estratégica de productos de alto valor agregado en la región y más allá, reforzando la competitividad de la industria nacional.
La construcción y puesta en marcha de este proyecto tendrá un impacto significativo en la economía local y regional. Braskem estima la generación de cerca de 3.000 empleos directos e indirectos durante la etapa de obras, y cientos más en la operación permanente de las nuevas unidades. Esta dinámica contribuirá al fortalecimiento del mercado laboral y al incremento de la renta en Duque de Caxias y municipios aledaños.
Además del empleo, la inversión impulsará programas de capacitación técnica y formación profesional en colaboración con instituciones educativas y centros de formación industrial. El objetivo es garantizar mano de obra calificada para operar en ambientes industriales complejos, y al mismo tiempo, promover la inclusión laboral de jóvenes y mujeres en sectores tradicionalmente masculinizados como el petroquímico.
La dinamización de la economía también se verá reflejada en el estímulo a proveedores locales de bienes y servicios, desde empresas de construcción civil hasta industrias metalúrgicas y de mantenimiento. Braskem planea priorizar la contratación de empresas brasileñas para maximizar el encadenamiento productivo. Este efecto multiplicador contribuirá a consolidar una red industrial sólida en torno al complejo de Duque de Caxias.
Uno de los diferenciales de este proyecto de expansión es su enfoque en innovación tecnológica y eficiencia energética. Las nuevas plantas de producción serán equipadas con sistemas de automatización avanzada, inteligencia artificial aplicada a procesos industriales y sensores de mantenimiento predictivo. Estos elementos permitirán operar con altos estándares de productividad y menores tasas de falla.
Asimismo, se implementarán soluciones para el aprovechamiento de energía térmica y la optimización de consumos eléctricos, con el fin de reducir costos operativos y emisiones contaminantes. La empresa estima que podrá reducir en un 20% la intensidad energética por tonelada producida, en comparación con instalaciones anteriores, lo que representa un avance importante en términos de sostenibilidad y competitividad.
La digitalización también alcanzará los sistemas de gestión de calidad, trazabilidad de productos y logística inteligente. Braskem prevé integrar toda la cadena de producción y distribución mediante plataformas digitales interconectadas, lo que permitirá una respuesta más ágil ante cambios en la demanda y una mayor transparencia para los clientes. La combinación de tecnología y eficiencia será clave para consolidar la rentabilidad del proyecto.
En concordancia con su estrategia global de sostenibilidad, Braskem ha diseñado esta expansión bajo criterios estrictos de responsabilidad ambiental. La empresa se compromete a mantener las emisiones dentro de los límites establecidos por los marcos regulatorios nacionales e internacionales, y ha desarrollado estudios de impacto ambiental detallados en conjunto con autoridades y comunidades locales.
Uno de los pilares del proyecto será la economía circular. Se prevé incorporar tecnologías de recuperación de calor, tratamiento de efluentes y gestión inteligente de residuos sólidos. También se fomentará la economía de ciclo cerrado mediante alianzas con clientes que utilicen materiales reciclables y procesos de reutilización. Con estas acciones, la empresa refuerza su imagen como actor industrial responsable.
Además, Braskem está desarrollando campañas educativas y acciones comunitarias para concientizar sobre el uso responsable del plástico y promover hábitos sostenibles en la población. A través de programas de responsabilidad social, la empresa busca construir relaciones de confianza con las comunidades vecinas, asegurando que el crecimiento industrial vaya acompañado de beneficios concretos para la sociedad.
La expansión de Braskem se inscribe en una estrategia más amplia para fortalecer la industria de transformación en Brasil. En un contexto global marcado por la relocalización de cadenas de suministro, la búsqueda de seguridad energética y la transición verde, el desarrollo de capacidades petroquímicas internas se convierte en un activo estratégico. Este proyecto refuerza la soberanía industrial del país.
El polietileno producido en Duque de Caxias se destinará no solo al mercado interno, sino también a la exportación hacia América Latina, Estados Unidos y Europa. Con ello, se mejorará la balanza comercial del sector y se reducirá la dependencia de importaciones. Además, al tratarse de una producción con menores emisiones, los productos de Braskem podrán acceder a mercados más exigentes en criterios ambientales.
La iniciativa también posiciona al estado de Río de Janeiro como un polo industrial clave dentro del mapa productivo nacional. La sinergia entre el sector público, la empresa privada y las instituciones de ciencia y tecnología permitirá desarrollar nuevas capacidades locales, fomentar la innovación aplicada y promover la articulación entre industria y territorio, con efectos positivos a largo plazo.
Braskem considera que esta inversión representa apenas un primer paso en un nuevo ciclo de modernización industrial. La empresa evalúa continuar expandiendo otras plantas en el país, así como asociarse con gobiernos regionales y nacionales para crear corredores industriales más eficientes y sostenibles. El objetivo a largo plazo es consolidar a Brasil como referente de la industria química moderna en América Latina.
El modelo de inversión adoptado busca ser replicable en otros segmentos industriales que requieran alta tecnología, estándares ambientales y generación de valor agregado. En ese sentido, Braskem aspira a jugar un rol de liderazgo en la transición hacia una industria verde, donde la eficiencia, la responsabilidad y la innovación sean los pilares del crecimiento.
Con este proyecto en Duque de Caxias, la compañía no solo reafirma su protagonismo empresarial, sino que también contribuye a la construcción de una nueva narrativa para la industria brasileña: una que mire hacia el futuro con compromiso social, innovación tecnológica y sostenibilidad ambiental en el centro de su estrategia.