El presidente Luiz Inácio Lula da Silva lanzó el programa “Reforma Casa Brasil”, una iniciativa histórica que destina R$ 40 mil millones (USD 7 900 millones) para financiar mejoras y ampliaciones de viviendas en todo el país. El plan busca reducir el déficit habitacional, mejorar la calidad de vida de 1,5 millones de familias y reactivar el sector de la construcción civil, generando más de 1,2 millones de empleos. Administrado por Caixa Econômica Federal, el programa ofrece créditos accesibles con tasas subsidiadas y promueve la eficiencia energética y el uso de tecnologías sostenibles. Además, prioriza regiones vulnerables del Norte y Nordeste, fomentando la inclusión social, la equidad territorial y la participación de mujeres en la construcción, consolidando a Brasil como líder en políticas de vivienda digna y sustentable.
Fecha:Tuesday 21 Oct de 2025
Gestor:INSTITUTO IDARC
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lanzó oficialmente el programa “Reforma Casa Brasil”, una iniciativa histórica que destinará R$ 40 mil millones (unos USD 7 900 millones) para financiar mejoras, ampliaciones y reformas de viviendas en todo el país.
El plan busca reducir el déficit cualitativo de vivienda, mejorar las condiciones habitacionales de millones de familias brasileñas y, al mismo tiempo, impulsar la recuperación del sector de la construcción civil, generando miles de empleos formales y fortaleciendo la economía nacional.
“No basta con construir nuevas casas; es necesario garantizar que las familias vivan con dignidad en hogares seguros, ventilados y adecuados. El ‘Reforma Casa Brasil’ es una apuesta por la calidad de vida y el trabajo digno para los brasileños”, afirmó el presidente Lula durante el acto de lanzamiento en Brasilia.
El programa, administrado por la Caixa Econômica Federal y coordinado por el Ministerio de las Ciudades, otorgará créditos accesibles para reformas estructurales, ampliaciones y mejoras energéticas en hogares de familias de ingresos bajos y medios.
El monto máximo por familia podrá alcanzar los R$ 45 000, con plazos de pago de hasta 10 años y tasas de interés subsidiadas.
Según el ministro de las Ciudades, Jader Filho, la meta es beneficiar a más de 1,5 millones de familias en los próximos tres años.
El plan está diseñado para atender principalmente a hogares ya existentes que presentan problemas de humedad, instalaciones eléctricas precarias, falta de ventilación o hacinamiento.
“La vivienda digna no se limita a tener un techo; es tener una casa segura, funcional y saludable. Este programa permitirá que millones de familias brasileñas transformen su realidad habitacional sin endeudarse”, destacó Filho.
El impacto del programa va más allá del ámbito social: se proyecta una reactivación directa del sector de la construcción civil, que había mostrado desaceleración en el primer semestre de 2025.
De acuerdo con la Cámara Brasileña de la Industria de la Construcción (CBIC), el plan podría generar hasta 1,2 millones de empleos directos e indirectos, movilizando a pequeños contratistas, albañiles, electricistas, plomeros, pintores y proveedores de materiales.
El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, aseguró que el programa también estimulará la economía local:
“Cada real invertido en vivienda genera un efecto multiplicador en la economía. Las ferreterías, los comercios de materiales, los servicios técnicos y los pequeños proveedores verán una reactivación inmediata”.
El Banco Nacional de Desenvolvimento Econômico e Social (BNDES) también participará como financiador secundario, apoyando líneas de crédito para micro y pequeñas empresas de construcción y cooperativas locales, especialmente en regiones del Norte y Nordeste.
Uno de los ejes estratégicos del Reforma Casa Brasil es la adopción de criterios de sostenibilidad ambiental.
Las obras deberán incluir, siempre que sea posible, tecnologías de eficiencia energética, captación de agua de lluvia, paneles solares y revestimientos térmicos sostenibles, lo que reducirá los costos de consumo eléctrico y contribuirá a las metas climáticas de Brasil hacia 2030.
El programa contará con el apoyo técnico del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático, que supervisará los lineamientos para garantizar que las mejoras habitacionales se realicen bajo un enfoque de “construcción verde y circular”, minimizando residuos y promoviendo materiales reciclados.
“Queremos que el progreso llegue sin destruir. Cada vivienda mejorada debe ser también un ejemplo de cómo la construcción puede ser social y ambientalmente responsable”, declaró la ministra Marina Silva.
El Gobierno federal estableció un enfoque territorial que prioriza municipios con mayores índices de vulnerabilidad social, especialmente en las regiones Nordeste, Norte y Centro-Oeste.
El programa se implementará en tres fases:
Las familias beneficiadas deberán demostrar propiedad o posesión regularizada del terreno, aunque el gobierno anunció que ofrecerá asesoría jurídica gratuita para regularizar títulos de propiedad en comunidades urbanas y rurales.
Además, se fomentará la participación de mujeres jefas de hogar y cooperativas de construcción femenina, garantizando oportunidades laborales y fortaleciendo la autonomía económica en comunidades populares.
El Reforma Casa Brasil es considerado uno de los programas sociales más ambiciosos de la actual administración.
Según el Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada (IPEA), más del 35 % de las viviendas en Brasil presentan algún tipo de deficiencia estructural o sanitaria, afectando principalmente a familias con ingresos inferiores a tres salarios mínimos.
Con la ejecución de este plan, se espera reducir en un 25 % ese déficit cualitativo de vivienda hacia 2028, al tiempo que se promueve la formalización laboral en el sector y la disminución de la informalidad en la construcción doméstica.
“Este programa no solo mejorará casas, sino que transformará vidas. Cuando una familia vive mejor, todo su entorno se fortalece: la economía local, la educación y la salud”, destacó el presidente Lula.
El lanzamiento del programa Reforma Casa Brasil representa un cambio estructural en la política habitacional del país.
Por primera vez, un plan de vivienda se centra no en construir desde cero, sino en recuperar, mejorar y dignificar las viviendas existentes, apostando a la sostenibilidad, la inclusión y la eficiencia.
Con este programa, Brasil consolida su liderazgo regional en políticas sociales integrales, combinando justicia social, desarrollo económico y responsabilidad ambiental.
El desafío será garantizar su ejecución con transparencia, coordinación intergubernamental y continuidad presupuestaria, para que cada inversión se traduzca en hogares más seguros, confortables y sostenibles para millones de brasileños.