Crisis en el sector construcción de Bolivia por triplicación de precios en materiales

SUCESO IMPORTANTE EN EL SECTOR CONSTRUCCIÓN

El sector de la construcción en Bolivia atraviesa una crisis sin precedentes debido al aumento desmedido de los precios de los materiales. El acero, cemento y calamina han visto incrementos de hasta el 300%, afectando tanto a constructores como a familias que buscan edificar o ampliar sus viviendas. La escasez de divisas y combustible, sumada a la falta de inversión pública, han exacerbado la situación. Este panorama ha generado incertidumbre y preocupación en el sector, que enfrenta desafíos económicos y sociales significativos.

Crisis en el sector construcción de Bolivia por triplicación de precios en materiales

Fecha:
Friday 16 May de 2025

Gestor:
INSTITUTO IDARC

El sector de la construcción en Bolivia ha enfrentado una crisis significativa derivada del incremento inusitado en los precios de los materiales. Este fenómeno ha desencadenado una serie de consecuencias negativas que afectan la viabilidad de los proyectos en curso, la salud financiera de las empresas contratistas y el empleo de miles de trabajadores. La situación ha generado preocupación generalizada entre las entidades públicas y privadas, revelando las debilidades estructurales del sector y la necesidad urgente de implementar medidas correctivas efectivas.

La magnitud del problema ha trascendido el ámbito técnico y económico, convirtiéndose en un asunto de interés nacional. A medida que los costos se elevan sin control, las obras públicas y privadas enfrentan retrasos, suspensiones e incluso paralizaciones definitivas. Las entidades estatales se ven obligadas a reconsiderar los contratos vigentes, mientras que los empresarios del sector advierten sobre una crisis sin precedentes que podría derivar en la pérdida de miles de empleos. En este contexto, las tensiones entre los diferentes actores del sector aumentan, exigiendo respuestas rápidas y coordinadas para evitar un colapso estructural.

La presente situación refleja un desequilibrio acumulado, producto de múltiples factores como la inflación internacional, la escasez de divisas y la volatilidad del mercado interno. El problema no solo afecta a quienes se dedican directamente a la construcción, sino que también tiene un impacto indirecto en el desarrollo de infraestructuras críticas como hospitales, escuelas, carreteras y sistemas de agua potable. Frente a esta coyuntura, resulta indispensable analizar las causas, consecuencias y posibles soluciones de esta crisis con una mirada integral y realista.

Escalada de Precios en Materiales de Construcción

Durante los últimos meses, los precios de los materiales de construcción han sufrido incrementos abruptos que han alterado la estructura de costos de toda la cadena constructiva. Productos esenciales como el acero han subido más de un 35%, pasando de alrededor de 7.000 a más de 10.000 bolivianos por tonelada. Otros insumos como el asfalto han registrado aumentos superiores al 60%, lo que compromete severamente las obras viales. A su vez, materiales plásticos como el PVC y el HDPE han incrementado sus precios en más del 50%, afectando los proyectos de agua y saneamiento.

Estos incrementos han sido especialmente críticos en las zonas urbanas en expansión, donde la demanda de materiales es constante y las obras públicas se desarrollan simultáneamente. La inestabilidad en los precios también ha provocado especulación en el mercado, con comerciantes y distribuidores que elevan los márgenes de ganancia ante la incertidumbre. En este contexto, los costos de construcción de viviendas sociales, edificios comerciales y obras públicas han superado las estimaciones iniciales, dificultando la culminación de las mismas.

Además, los materiales eléctricos y electromecánicos también han sufrido alzas sustanciales. Equipos como transformadores, tableros, cableado y luminarias han experimentado aumentos de hasta un 40%, generando nuevos retos para las instalaciones técnicas. Este fenómeno ha tenido un efecto cascada que afecta tanto a obras nuevas como a las que se encuentran en etapa de mantenimiento o ampliación. Frente a esta realidad, muchas empresas se ven obligadas a renegociar los precios con los proveedores o buscar alternativas de menor calidad, lo cual compromete la seguridad y durabilidad de las edificaciones.

Dificultades Operativas y Afectación al Empleo

Uno de los efectos más inmediatos del encarecimiento de materiales ha sido la paralización de un gran número de obras en distintos departamentos del país. Se estima que cerca del 40% de los proyectos civiles han tenido que suspender temporalmente sus actividades debido a la falta de insumos o a la inviabilidad financiera derivada del aumento de costos. Las empresas constructoras, tanto públicas como privadas, se enfrentan a una disyuntiva: continuar con los proyectos a pérdida o detenerlos hasta que se renegocien los términos contractuales.

La crisis ha evidenciado una fragilidad estructural en la forma de contratación de obras públicas. Muchos contratos no contemplan mecanismos de ajuste por inflación o por variación de precios, lo que impide a las empresas absorber los aumentos sin incurrir en pérdidas. Como resultado, algunas firmas han optado por rescindir unilateralmente los contratos o simplemente abandonar las obras, dejando sin concluir proyectos esenciales para la población. Esta situación genera un doble perjuicio: se desperdician recursos públicos y se retrasa el desarrollo de infraestructura vital.

El empleo en el sector de la construcción también ha sido duramente golpeado por esta coyuntura. Se calcula que más de 400.000 trabajadores corren riesgo de perder su fuente de ingresos de manera directa, y otros tantos lo harían de forma indirecta. La reducción de jornadas, despidos masivos y suspensión de contratos temporales se han vuelto prácticas recurrentes en empresas medianas y grandes. El impacto social de esta situación es profundo, especialmente considerando que el sector es uno de los principales generadores de empleo informal y mano de obra no calificada en el país.

Obstáculos en la Importación y Falta de Divisas

Un factor clave que ha exacerbado la crisis es la escasez de divisas, particularmente de dólares estadounidenses, que son necesarios para importar buena parte de los materiales de construcción. La falta de acceso a moneda extranjera ha llevado a muchas empresas a recurrir al mercado paralelo, donde el tipo de cambio es considerablemente más alto que el oficial. Esta diferencia de precios incrementa aún más el costo final de los insumos importados, haciendo inviable su adquisición para muchas constructoras.

La situación también ha provocado una distorsión del mercado y ha incentivado la especulación con divisas, materiales y equipos de construcción. Los proveedores, al no tener garantías de acceso regular a dólares, elevan los precios para cubrir los riesgos, lo que encarece aún más los productos. A su vez, la incertidumbre cambiaria ha desincentivado las inversiones extranjeras en el rubro, afectando los grandes proyectos de infraestructura que requieren financiamiento externo y componentes importados.

En este escenario, las empresas que dependen de la importación de maquinaria pesada, repuestos y herramientas tecnológicas se encuentran en una situación crítica. Los retrasos en la importación afectan los cronogramas de obra y generan pérdidas económicas considerables. Las constructoras más pequeñas son las más vulnerables, ya que carecen del capital suficiente para soportar estos sobrecostos o buscar alternativas en el exterior. Como consecuencia, muchas se ven obligadas a abandonar el mercado o declararse en quiebra.

Medidas Gubernamentales y Limitaciones

En un intento por aliviar la situación, el gobierno boliviano ha promulgado el Decreto Supremo 5321, que permite ajustar los precios unitarios en contratos de obras públicas en ejecución. Esta medida busca compensar a las empresas constructoras por el incremento de los costos en insumos, permitiendo la modificación de los contratos sin necesidad de anulación o licitación nueva. Las entidades estatales pueden solicitar recursos adicionales al Tesoro General para cubrir estos ajustes hasta fines de mayo de 2025.

Si bien la medida ha sido recibida como un alivio parcial, diversos representantes del sector constructor consideran que resulta insuficiente frente a la magnitud del problema. Las gestiones para ejecutar las modificaciones contractuales son lentas y burocráticas, lo que impide una solución ágil a las paralizaciones. Además, no todos los contratos son elegibles para esta actualización, dejando a muchas empresas en una situación de indefensión frente al encarecimiento de los materiales y la pérdida de rentabilidad.

Frente a esta limitación, se han planteado otras propuestas orientadas a establecer mecanismos permanentes de revisión de precios en obras públicas. La idea es permitir que los contratos incorporen cláusulas de reajuste automático en función de indicadores económicos nacionales o internacionales. Asimismo, se ha sugerido la creación de un fondo de contingencia para estabilizar los precios de los insumos más críticos, especialmente aquellos que dependen de la importación. Estas iniciativas, sin embargo, aún se encuentran en etapa de evaluación.

Perspectivas y Propuestas del Sector Privado

Desde el ámbito privado, las cámaras de la construcción y asociaciones de ingenieros han manifestado su preocupación por el futuro del sector. Se han iniciado mesas de diálogo con el gobierno para presentar propuestas concretas que permitan superar la crisis. Entre las sugerencias más destacadas se encuentra la liberación controlada de divisas para la importación de materiales estratégicos, así como la eliminación de aranceles a productos que actualmente tienen sobrecosto debido a su procedencia extranjera.

Otra propuesta apunta a fortalecer la producción nacional de insumos básicos como cemento, acero y derivados plásticos. Para ello, se plantea incentivar la inversión en plantas productoras mediante beneficios fiscales y acceso a créditos preferenciales. A largo plazo, esto permitiría reducir la dependencia de insumos importados y amortiguar el impacto de crisis similares en el futuro. Además, se ha sugerido implementar un sistema de información de precios transparentes para evitar la especulación y fomentar la competencia leal entre proveedores.

Por otro lado, algunas constructoras han comenzado a explorar soluciones tecnológicas para reducir costos y optimizar recursos. El uso de modelos de construcción digital (BIM), maquinaria con menor consumo energético y materiales alternativos de bajo impacto ambiental se posicionan como alternativas viables. No obstante, estas tecnologías requieren inversión inicial, capacitación del personal y políticas públicas que fomenten su adopción. En este sentido, la coordinación público-privada resulta clave para avanzar hacia una modernización del sector que permita mayor resiliencia ante futuras crisis.

La crisis del sector de la construcción en Bolivia pone de manifiesto la vulnerabilidad de una industria que, pese a su importancia para el desarrollo nacional, enfrenta grandes desafíos estructurales. El aumento de precios de los materiales, la escasez de divisas y la debilidad contractual se han combinado para generar un escenario crítico que amenaza con paralizar gran parte de los proyectos en marcha. Las consecuencias sociales y económicas son profundas y requieren respuestas integrales que combinen medidas inmediatas con reformas de largo alcance.

El diálogo entre gobierno, empresas y trabajadores es indispensable para encontrar soluciones sostenibles. La modernización del marco normativo, la diversificación de proveedores y la adopción de tecnologías constructivas son caminos posibles para superar la coyuntura. Sin embargo, sin voluntad política y compromiso del sector privado, estas medidas podrían quedar en el papel. La situación actual debe servir como una alerta para repensar el modelo de desarrollo del país y construir un sector más sólido, competitivo y resiliente.

Contacto comercial del país EcuadorEcuador

Contacto comercial del país ChileChile

Contacto comercial del país ColombiaColombia